Dior y su revolución

A pesar de la insistencia de su familia en que se convirtiera en diplomático, Christian Dior tenía claro desde muy pronto que lo suyo era el arte. Tras estudiar Ciencias Políticas y Música, el joven comenzó su camino dirigiendo una galería de arte pero, como consecuencia de una crisis económica familiar, tuvo que venderla pronto. Fue entonces cuando comenzó a vender sus bocetos, primero en la calle y después a algunos periódicos, hecho que le catapultó hacia el mundo de la moda ofreciéndole la oportunidad en 1938 de trabajar con Robert Piguet.

En 1942, Christian Dior comienza a trabajar con el diseñador Lucien Lelong junto a su colega Pierre Balmain hasta que en 1946 consiguió dar el gran salto y abrir su propia tienda con la ayuda del empresario textil Marcel Boussac. Así comenzaba su ascenso a lo más alto del mundo de la moda.

En 1947 presentó su primera colección, Corolle. Aunque, en un principio no obtuvo demasiado éxito, ya que iba en contra de la sobriedad de la moda de la Segunda Guerra Mundial, esta colección, renombrada por la periodista de moda norteamericana Carmel Snow como New Look, pasaría a revolucionar la moda y ha volver a convertir a París en el centro de las tendencias internacional tras el conflicto mundial. Las mujeres, hartas de la sencillez y la sobriedad, adoraron la elegancia clásica de las creaciones de Dior: finas cinturas con amplias faldas y hombros torneados buscaban una mujer muy femenina. Con esta colección, cuidada al detalle y basada en tres colores planos-el negro, el blanco y el azul- Christian Dior creó una casa que se caracterizó por la elegancia y la feminidad, unas características que aún perviven en el espíritu de la firma.

Tras la muerte del diseñador en 1957, heredaron su aguja diversos directores creativos: Yves Saint Laurent, Marc Bohan y Gianfranco Ferré. Desde 1996, es el británico John Galliano quien ocupa el puesto de ese gran genio de la moda que fue Christian Dior y con su osadía e irreverencia, ha conseguido reinventar la firma, manteniendo el espíritu e ingenio de su creador.

Mariana Ramírez